martes, 25 de febrero de 2014

SALAR DE UYUNI Y EL DESIERTO DE BOLIVIA: UNA MARAVILLA NATURAL

Estos últimos días los hemos pasado en el sur de Bolivia, realizando un tour de tres días por el salar de Uyuni y sus alrededores. Ha sido espectacular: hemos sido testigos de unas maravillas naturales únicas y hemos podido ver paisajes preciosos.

Hicimos el tour con un jeep (ahora entendemos el porqué: no hemos pisado ni una sola carretera asfaltada en tres días!!) y coincidimos con tres amigas de Israel y dos primas chilenas muy majas. Nuestro guía era un chaval boliviano de 22 años llamado Edwin muy simpático, inocente y encantador. Él fue nuestro guía, conductor y cocinero, ya que todas las comidas estaban incluídas y él las preparaba en los hostales a los que íbamos. Durante todo el tour no tuvimos cobertura de móvil, y por supuesto nada de wi-fi o internet, jejeje.

El primer día fuimos a visitar el Salar de Uyuni. Es realmente impresionante: kilómetros y kilómetros de pura sal, un auténtico espectáculo (16650 hectáreas en total, y cada año va creciendo un poco más). Mirabas al horizonte y sólo podías ver blanco y azul, no tenías perspectiva de nada, la sal te cegaba completamente. Gracias a esta ilusión óptica la gente suele hacer fotos divertidas jugando con la perspectiva, ya lo veréis en las fotos. Tuvimos la suerte de poder comer allí mismo, en medio del salar. Después de comer fuimos a visitar una isla llena de cactus en medio del salar: tardamos más de una hora en llegar allí, y alrededor sólo se veía sal y más sal. Lo más curioso es que esa isla está habitada.






Por la noche fuimos a dormir a un hotel de sal: paredes de sal, cama de sal, mesa de sal, sillas de sal... el concepto es chulo pero os aseguramos que dejaba mucho que desear (como todos los hostales de este país) El pobre Alex estaba escandalizado, jajaja.

Al día siguiente fuimos a ver varias lagunas con flamencos (preciosas) y atravesamos un desierto inmenso (parecía que estábamos en Marte, espectacular). Por la noche vivimos lo mejor del tour: dormimos en un hostal en medio del desierto sin electricidad ni ducha (y por supuesto nada de agua caliente). Lo de la ducha todavía podíamos tolerarlo, pero lo de ir al baño o cenar alumbrándonos con la luz del móvil fue toda una experiencia. Eso sí: allí pudimos ver el cielo estrellado más bonito que hemos visto nunca.




El tercer día nos levantamos a las cuatro de la mañana (estábamos a tres grados!!), nos vestimos y desayunamos con la luz del móvil (bendito móvil!!) y fuimos a ver géiseres en medio del desierto. A continuación fuimos a unas termas naturales donde sólo Marta se atrevió a meterse (a Alex ni se le pasó por la cabeza). Tras estas visitas matutinas nos dirigimos a la frontera con Chile para ir a San Pedro de Atacama y visitar su famoso desierto.




Resumiendo: Bolivia es un país rico y espectacular en naturaleza y paisajes, pero muy pobre en el resto de cosas, con muy pocos recursos en infraestructuras, carreteras, hostales, etc. Nos ha gustado experimentarlo; pero ayer al cruzar la frontera con Chile y pisar asfalto por primera vez en tres días lo agradecimos mucho.

Por cierto, pasamos por La Paz para ir de Copacabana a Uyuni, y aunque fueron sólo un par de horas nos pareció una ciudad impresionante: enorme, pobladísima, muy caótica. Estamos contentos de no habernos quedado ni un día allí, pero nos hizo gracia verla porque es muy distinta a cualquier ciudad vista hasta ahora. Si Lima nos pareció una jungla (acostumbrados a España), La Paz le da veinte vueltas.

 Próximo post desde San Pedro de Atacama!!

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