lunes, 5 de mayo de 2014

RAPA NUI: UNA SENSACIÓN DIFÍCIL DE DESCRIBIR


De izquierda a derecha: Homer, Lisa, Marge, Bart y Maggie
En la Isla de Pascua hay dos tipos de turistas. Por un lado está el típico "turista ryanair", que ha conocido media Europa con los famosos y prehistóricos billetes baratos. Es un tipo de turista entre los que yo me incluyo, y a los que algunos moais les pueden recordar a la familia Simpson (ver foto). En el otro extremo, encontramos a "turistas místicos o espirituales", que vienen a la isla con el objetivo de vivir una experiencia sobrenatural. Tuvimos la suerte de conocer a un par de ellos, de procedencia brasileña. Nos explicaron que vivían en Río, donde eran dueños del museo del futuro, y nos enseñaron a hablar con las manos delante de la boca para experimentar lo que se siente si vas a la cuarta dimensión.

Lo de hacer dedo por primera vez en nuestras vidas fue tan emocionante como innecesario de repetir, así que el segundo día volvimos más a nuestra esencia, nos dejamos de perroflautadas, y alquilamos un coche como dos señoritos (como hace la mayoría de turistas, y tras ver las distancias que recorrimos entendimos el porqué). Visitamos las partes más famosas de la isla, como el Rano Raraku, el Tongariki y la playa de Anakena. A Marta le encantó, disfrutó un montón todo este tema de los moais (no es necesario ser un zumbado de los que piensa que se pueden clonar ovejas con una infusión para que ver moais sea un espectáculo cautivador y único). También hemos visto el cráter de un volcán que nos impresionó un montón, y cada día llevo a Marta a ver la puesta de sol delante de los moais.

 A todo esto llevamos 5 días con una dieta rica y variada. Desayunamos un paquete de ChipsAhoy, comemos un bocadillo de nutella, y cenamos pasta con tomate. La isla no es tan cara como la gente decía, pero tampoco es factible ir de restaurante todos los días.

Comentaros por último que la isla está llena de cucarachas. Hay muchas. Y aquí es donde te das cuenta de que en esta vida todo es relativo. Si yo veo una cucaracha en mi cocina de Barcelona, salgo corriendo y pido comida preparada una semana entera. En cambio aquí, rodeado de perros callejeros, gatos que no te dejan desayunar, arañas del tamaño de una galleta oreo y centenares de mosquitos, cuando ves a una inofensiva cucaracha solo te falta invitarla a comer contigo y acurrucarla en la camita.

Esta noche salimos para la Polinesia Francesa, donde esperamos encontrar miles de parejas de luna de miel. Será muy divertido cuando en los hoteles nos pregunten nuestro estado civil, digamos solteros y no entiendan nada. La Isla de Pascua ha sido una experiencia única, no siempre se tiene la oportunidad de estar en un lugar en medio de la nada, a 6 horas de avión del destino más cercano, y más todavía con toda la historia y el misticismo de los moais. Esperamos que en Bora Bora sigamos disfrutando igual!!














4 comentarios:

  1. No sé qué decir. Es la leche lo que estáis viviendo.

    Saludos

    Besos a Marta.

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    1. Cesar! como estas? nosotros disfrutando mucho, me alegra saber que nos sigues por el blog. Cuidate! un besazo enorme!

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  2. Ohhhh.. que novio tan romántico que lleva a la novia a ver las puestas de sol frente a los moais....
    Pero cuidame a la hija nene... dale algo más que pan con nutella para comer!!!!
    Bromes a part... quina meravella!!! Anar a L'Illa de Pasqua és un dels meus somnis... Com em toqui un cuponazo, envio a la merda les declaracions de renda, els ivas, els impostos i allà que em planto!!!

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    1. jajaja no et preocupis que ara ja mengem mes variat, ara ja ens hem passat a les llaunes de menjar preparat!
      tu no deixis de jugar al cuponazo, si et toca vens on sigui que estem!!!

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