Un lugar mágico. No sabemos si es por su enigmático pasado, por su singular cultura o por estar tan alejados del resto del mundo en medio del Pacífico, pero esta isla es un lugar muy especial y nos encanta. A seis horas de Chile continental en avión (y a otras seis de Tahiti), Rapa Nui es ya parte de polinesia y no tiene nada que ver con el Chile que hemos conocido hasta ahora.
Al llegar al aeropuerto ya te das cuenta de que es otro mundo: es un aeropuerto muy pequeñito, casi una cabaña con una pista de aterrizaje. Los de los hostales y hoteles vienen a recibir a los turistas al aeropuerto con collares de flores al estilo polinesio. Sé que es una turistada, pero nos hizo gracia, hay que reconocerlo. Se nota que la isla es muy turística, pero mantiene su encanto: los famosos moais están dispersos por toda la isla, lo que evita las aglomeraciones. Además, la capital y único pueblo de la isla, Hanga Roa, sigue siendo un pueblo pequeño, con casitas de un solo piso y sin ningún edificio alto o muy moderno. No existe ningún tipo de transporte público, así que los locales se mueven en su propio vehículo o cogen taxis para ir de un lado al otro de la isla.
Los turistas como nosotros suelen alquilar coches, quads o bicis para recorrer los distintos moais. Pero nosotros en nuestro afán de intentar ahorrar un poquito, nos hemos venido arriba y hemos hecho autostop por primera vez en este viaje. En sudamérica hacer autostop es algo muy común, pero nos daba cierto respeto hacerlo. Sin embargo hoy con el sol que caía y sin apenas agua no nos veíamos con fuerzas para caminar las 5 horas que nos quedaban, así que lo hemos probado. Nos ha gustado, mañana seguramente repetiremos porque tenemos un trecking de 30km por delante, jajaja. Y eso que la isla no es muy grande, menos mal!
Hoy hemos conocido a mucha gente, estamos de un sociable impresionante, jaja: unos alemanes que estaban haciendo su crucero número 26, un australiano con el que hemos comido una rica sandía (la mejor que hemos probado en muchos años! quizá era por la falta de agua en nuestras mochilas...) mientras nos contaba que había hecho Atenas-Edimburgo-Atenas en autostop, y una mujer rapanui nativa que textualmente nos ha dicho "id a cenar bien, gastaros esa mugre de plata que tenéis, vosotros valéis más que vuestra plata, la plata es mugre".
Por cierto, como os dijimos la noche antes de venir aquí dormimos en el aeropuerto de Santiago. Nos sorprendió que las tiendas estaban abiertas las 24 horas, y había un ambientazo, incluso nos costó encontrar sillas para sentarnos! Para irnos acostumbrando al misticismo de Rapa Nui, esa noche vivimos la primera experiencia sobrenatural: Alex se acabó de leer su libro!!! Se animará a leer otro?
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