HASTA SIEMPRE ALICANTE!

Semana muy intensa, tanto a nivel emocional como físico.

El lunes hicimos la mudanza. Una agencia de transporte nos vino a buscar las 35 cajas: 2 con mi ropa, 16 con la de Marta, y el resto con cosas comunes (toallas, libros, cosas de cocina...).

Martes y jueves última dosis de las vacunas del cólera y la rabia. Y cena en el Cantó, para despedirnos del último restaurante favorito que nos quedaba. Es increíble lo bien que se come en Alicante (Piripi, Ponderosa, Rebujito, kebab de la concatedral, pizzería el Marrano, Kentucky…)

Y llegó el viernes, nuestro último día en Alicante. Por la mañana Marta fue a trabajar, donde se despidió de todos los amigos con los que ha trabajado estos 3 años. Gente increíble, que nos ha acogido de maravilla y ha hecho que nos sintiésemos como en casa durante todo este tiempo que hemos vivido en Alicante. Desde aquí quiero enviar un fuerte abrazo a Oscar, Javi, Ana y Ale, que son con los que yo he tenido más relación.

Para recuperar fuerzas después de una larga semana
Lechuga de la terracita!!

Y por la tarde tocaba acabar de limpiar el piso, cargar las últimas cosas en el coche y poner rumbo a Valencia, de donde salía el barco a Mallorca. Para que la mudanza no saliese tan cara decidimos llevar las cosas más grandes y pesadas en nuestro coche (tele, cadena de música, microondas…). Parecía todo controlado, hasta que empezaron a salir cosas que yo pensaba que iban a la basura y Marta pensaba que iban al coche (dos orquídeas, un bambú, el secador, perchas, etc). Yo miraba las cajas y el coche, y pensaba: o se pone a conducir la plancha y yo me voy en bus, o no cabemos. Al final cupo todo, aunque el asiento del copiloto parecía una jungla, con Marta escondida entre todas sus plantas.

Después de una larga noche en las butacas del barco (camarotes? si es algo de comer ponme un par, sino no me interesa), hemos llegado a Mallorca. Estos días acabaremos de organizar los últimos detalles del viaje, que en 15 días sale nuestro vuelo hacia Lima!!