lunes, 24 de marzo de 2014

LOS LAGOS DE LA PATAGONIA ARGENTINA

Pues al final resulta que a Alex le ha gustado esto de la zona de los lagos, y no sólo por la comida (aunque como sabéis la comida desempeña un rol muy importante en sus valoraciones, jaja). 



Llevamos tres días visitando la región de los lagos de la patagonia argentina. Es una zona muy famosa por sus deportes de invierno (esquí, snowboard...) y en verano es común hacer rutas de senderismo por sus montañas y alrededor de sus múltiples lagos. Todos los pueblos de la zona son los típicos pueblos de montaña, con casas de tejados inclinados para soportar el peso de la nieve en invierno y rodeados de un paisaje espectacular. Nosotros hemos estado en dos de los pueblos más conocidos: Villa La Angostura y San Martín de los Andes. En general es una zona muy "pija" (recordad el precio del anorak!!) y ese es el motivo principal por el que Alex se siente muy cómodo aquí (como sabéis está orgulloso de ser un pijo, no es de esos típicos que van de que no lo son, lo va proclamando a los cuatro vientos).



Estos días nos hemos iniciado en el mundo del "trecking" con un resultado bastante satisfactorio y digno. El primer día hicimos una caminata de 15 km por el Parque Nacional Los Arrayanes. Los arrayanes son una especie de árboles autóctona de la patagonia que tienen un color canela y una forma muy característica. La caminata por el bosque nos gustó mucho, y más aún al llegar a uno de los miradores sobre el lago Nahuel Huapi, las vistas eran impresionantes.





El segundo día "nos engañaron", ya que nos convencieron de subir una montaña enorme para ir a ver otro mirador y una cascada: 5 horas caminando por el bosque cuesta arriba y al final el mirador tampoco era para tanto, y la cascada un poco más pequeña y ni la vemos, jajaja. Pero hay que reconocer que disfrutamos esquivando mosquitos, avispas e insectos varios (y nos cruzamos tres caballos en un caminito de menos de un metro de ancho, qué susto al verlos aparecer de repente!!)

Por la tarde fuimos a un bar a ver el Madrid-Barsa, y conocimos a una pareja catalana que también está viajando por el mundo. Llevan seis meses y van a estar dos años. Su manera de viajar es mucho más aventurera que la nuestra, ya que se desplazan haciendo autostop, se alimentan a base de bocadillos y duermen en tienda de campaña. Además buscan trabajo esporádico para financiarse cuando van justos de dinero. El concepto nos parece muy chulo pero no me veo a Alex durmiendo en tienda de campaña todas las noches o renunciando a un trozo de carne argentino (ayer les decía a esta pareja que él era un "pijo de ciudad poco acostumbrado a las incomodidades de la naturaleza" y que nos recomendaran treckings acordes a esta condición, jaja). Nos dieron muchos consejos sobre nuestros próximos destinos, y nosotros a cambio les recomendamos un restaurante barato para ir a cenar (nosotros hemos cenado allí tres noches seguidas: asados, cordero y trucha del lago).

Lo más divertido de estos días fue cuando esperábamos un autobús para volver al centro de Villa La Angostura tras la excursión. El autobús tardó 45 minutos en llegar, y durante esos 45 minutos tuvimos a dos perros callejeros pegados a nuestros talones, no sabemos porqué (no les dijimos nada ni les hicimos caso). Para los que no lo sepan, Alex tiene miedo de todos los perros del mundo, y se pasó 45 minutos casi corriendo alrededor de la plazoleta huyendo de los perros mientras yo no podía parar de reír. Había gente ofreciéndoles comida pero ellos preferían seguir a Alex allí donde él intentaba esconderse. Más de una vez tuve que "salvarlo" haciéndole caso a los perros para que le dieran al menos 30 segundos de paz. Os aseguro que eran dos perros muy pacíficos y simpáticos, a mí no me daban ningún miedo, jajaja (pero he de reconocer que eran grandes, uno era un pastor alemán).

1 comentario:

  1. Tendias q haber hecho foto de Alex corriendo por la plazoleta!!!!:)))

    ResponderEliminar