SIGUIENDO LA BODA DE LAURA DESDE SYDNEY!

Ya estamos en Australia! Nuestra primera parada ha sido la más conocida de sus ciudades: Sydney. La ciudad es enorme, pero la zona turística se puede ver en un día.

Hemos visto la mundialmente conocida ópera de Sydney,el edificio más fotografiado de todo el país. Nos ha recordado en cierta manera a la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia, pero esta al menos no se cae a trozos, jaja. 

Nos ha llamado mucho la atención la cantidad de asiáticos que hay en la ciudad. Se nota que ya nos aproximamos a Asia! También nos ha sorprendido que los supermercados abran los domingos a las seis de la mañana, curioso no?

Por otro lado, nos bastaron un par de horas en la ciudad para darnos cuenta de que este país es extremadamente caro. El tren del aeropuerto al centro 15 euros, una cama en habitación compartida más de 30 euros por cabeza... así que vamos a intentar ir rápido! Mañana ya volamos hacia Brisbane para ver surferos (bellea, seguro que son unos pecholobis de cuidado!!jaja), koalas, canguros y la gran barrera de coral más al norte. Hoy hemos visto a nuestro primer koala en plena ciudad, qué ilusión!

Internet va un poco mejor que en Nueva Zelanda, pero conectarse sigue siendo un reto importante. No obstante, he tenido la suerte de poder ver en directo por skype la entrada de mi amiga Laura a la iglesia, en este preciso momento se está casando en Vilafranca y aunque no hayamos podido estar físicamente ha sido muy emocionante seguir en directo su entrada. Enhorabuena Laura y Xavi! Y gracias a Danae por hacer posible la conexión vía skype!

Por cierto, os dejamos también una foto del hostal de Queenstown, Nueva Zelanda. Así veis el nivel que tienen los hostales a los que nos vemos obligados a ir para ahorrar un poco, jaja! Como veis la gente en general es un desastre, lo tienen todo tirado por el suelo, incluidos ipads, móviles y carteras con dinero y tarjetas de crédito. O la gente va de un confiado alucinante o nosotros somos demasiado precavidos, pero jamás se nos ocurriría dejar nuestra querida tablet por ahí tirada (aunque pensándolo bien, para qué la quiere alguien que tiene un ipad?) ;-)