jueves, 24 de julio de 2014

USELESS: RESUMEN DE ASIA

A pesar de que aún no hemos ido a China y Japón, como no creo que comer cuatro rollitos de primavera y un par de nigiris de salmón me cambien mucho las ideas, os hago ya mi resumen de Asia.

Singapur: la ciudad más bonita que he visto en mi vida.

Japón: todos sabemos que haré la conga por las calles de Tokyo de lo que me gustará.

Asia pobre: nunca mais. La Asia pobre (sureste asiático para los políticamente correctos) no me ha gustado. Quería verla, me ha gustado verla, pero no pienso volver. 

Algunos dirán: "estamos locos? Si las fotos del blog son una pasada!" Sí, las fotos son bonitas, hemos visto cosas muy distintas, muy exóticas, no es que sea feo, pero el esfuerzo no vale la pena. Detrás de esas fotos hay muchas horas de pasear entre suciedad, muchos hoteles compartiendo habitación (en Australia compartíamos con gente, aquí con lagartos, cucarachas y ovnis varios). Es un destino muy cansado, siempre pendiente de lo que comes, lo que bebes, los mosquitos, donde pisas, que no te timen, el calor, la humedad, las lluvias diarias, etc. 

Si vienes una semana puede que sea distinto, pero casi  mes y medio como llevamos se hace muy cansado. Aquí hemos tenido los primeros momentos de agobio, e incluso nos hemos planteado en más de una ocasión hacer unos "selección española de fútbol" y volver a casa antes de lo previsto. Son agobios pasajeros, vemos un par de monólogos de Dani Rovira, comemos una buena pizza, y se nos pasan. Pero esto no nos pasaba en Suramérica o Nueva Zelanda.

Habrá gente que pensará que esto son los meses de viaje que empiezan a pesar. No son los meses, es Asia. A mí hoy me das un coche y me dices que vaya de Los Angeles a Nueva York visitando todos los parques nacionales de Estados Unidos y aplaudo con las orejas. Y si me dices que me has reservado mesa en un restaurante de Buenos Aires para ir a comer carne podría incluso levitar de la emoción. Pero la Asia pobre no, no he nacido para esto y no la recomiendo a nadie. Como mucho, si vas a Singapur, te puedes acercar a Bali unos días, es una isla exótica y cumple unos mínimos para vivir.

Cuando las frases más repetidas en un mes son "pués no está tan mal", "mira, si está asfaltado", "anda, si la mayoría llevan zapatos", o "comamos fuerte ahora que no sabemos si encontraremos sitios decentes para cenar" estás en un claro destino de turismo de sofá. Seguro que dentro de unos meses, cuando mire fotos en el salón de mi casa y no tenga tan presente lo mal que estoy aquí, lo recordaré con más cariño.

Resumiendo, no es feo (aunque tampoco muy espectacular), llama la atención por lo exótico que es, me ha gustado verlo personalmente, pero ya está, una y no más.

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